A padres y educadores nos preocupan mucho los niños que se expresan mordiendo, pues aunque se este observando, son tan rápidos que a veces no se llega a tiempo para evitarlo.
Para prevenir que un niño no convierta este gesto en un hábito, es aconsejable mostrar al niño otras maneras de expresarse. Si solo se le castiga y nos enfadamos con él, lo único que haremos sera contener al niño en sus emociones, e importante también que se actúe igual tanto en el Centro infantil como en casa, con padres, abuelos, tios...
Las causas pueden ser varias
· Exceso de energía; algunos niños son algo inquietos, tienen un exceso de energía que necesitan descargar, y se encuentran que mordiendo liberan esa tensión... se difencia por movimientos nerviosos en la acción, tensión en los brazos y cuello.
· Deseo de atención; los niños al no contar todavía con un lenguaje consolidado, no pueden expresarse como quisieran a veces, recurren a los mordiscos para hacerse oir y ver, quieren solicitar la atención de adultos e incluso de los otros niños.
· Dolencias en las encías; la mayoría de niños muerde en el periodo de desarrollo de los dientes, se sienten molestos y se alivían mordiendo.
¿Qué podemos hacer?
Ante todo debemos mantener la calma, aunque a veces resulte imposible y nuestro primer instinto sea el grito para que acabe la acción, tampoco a de corregirse de ese modo, ni dejar que muerda sin decirle nada. Acercarse a él con un tono contundente, serio, pero sin chillar ni estar enfadada y con una actitud de comprensión y escucha. Intentar el dialogo y hacerle ver otras formas de expresarle al otro su intención de jugar con él, dandole besos, abrazos...si quiere algo para morder, ofrecerle un muñeco, una fruta...y decirle que a los niños les duele y a los juguetes no...besos a los niños y morder los juguetes.
Si toda nuestra atención se concentra en que muerde, estaremos remarcando este acto y no otras aceptables. Pero si le mostramos comprensión, le estaremos ofreciendo otras posibilidades.
Evitar juegos como el "Te voy a comer", "Eres tan guapo que te como"...pues potencian el poder de la boca.
Debemos elogiarle siempre que veamos que resuelve situaciones en las que antes hubiese reaccionado mordiendo, y no haya sido asi.
Evitar etiquetas tipo, "mordedor", "conflictivo"...necesita una actitud de amorosidad.
Debemos de saber que se trata de otro comportamiento más como el pegar, empujar, llorar...
Se requiere tiempo y paciencia, trabajarlo diariamente. Habrá que repetirle muchas veces lo mismo, pero es necesario, pues cuesta que se habitúe a una nueva forma de expresarse. Suele resultar cansado, los papas pueden empezar a pensar que el niño no les entiende y se rinden. No debemos dejarnos llevar por nuestra frustración, hay que tener constancia y confianza con el niño y con nosotros mismos, al final se ven los resultados.
Recordad, ¡Paciencia y comprensión!
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